domingo, 26 de abril de 2009

Vestuario para salir a escena

Hay que bien ya mismo bamos a actuar en el teatroy nos vamos a poner una ropa muy chula.En danza española:un pañuelo de lunares en el cuello,una camiseta de tirantas con bolantes en las mangas lila,las flores pequeñitas de colores,unos peinecillos lila,los tacones,la falda,un poco de maquillaje,y de peinado un moño con la raya al lado.De danza clásica:mayot blanco,falda corta balnca,las zapatillas,y el mismo peinado y maquillaje.¡Estoy deseando que llegue!

¡A la feria a la feria!

Esta semana es feria y quiero ir a bailar las sevillanas,tariro riro...¡auque claro tambien quiero montarme en las atracciones!Además gusta mucho lucir un traje de gitana.Bueno espero que vallais un día por lo menos y lo disfruteis.

El Cascanueces



El cascanueces (ruso: Щелкунчик, Shchelkúnchik) Op. 71, es un cuento de hadas-ballet en dos actos, tres escenas, de Piotr Ilich Chaikovski (18401893), compuesto en 1891–1892. Chaikovski puso música a la adaptación de Alexandre Dumas (padre) del cuento El cascanueces y el rey de los ratones de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann (puesta en escena por Marius Petipa y encargado por el director de los Teatros Imperiales Iván Vsevolozhski en 1891). En los países occidentales]], El cascanueces se ha convertido en quizá el más popular de todos los ballets, principalmente representado en las Navidades.

El compositor hizo un surtido de ocho de los números del ballet antes de su estreno en diciembre 1892, formando La suite de El cascanueces, Op. 71a, concebido para tocar en concierto. El suite se tocó, bajo la dirección del compositor, el 19 de marzo 1892 a una reunión de la surcursal de San Petersburgo de la Sociedad Musical.[1] La suite se volvió popular al instante, aunque el ballet completo no logró su gran popularidad hasta alrededor de los años 1960.

Entre otras cosas, la música de El cascanueces se conoce por su uso de la celesta, un instrumento que el compositor ya había empleado en su balada sinfónica mucho menos conocida El Voivoda (que se estrenó en 1891). Aunque es conocida como el instrumento solista presentado en la Danza del Hada de Azúcar del acto II, la celesta se emplea en otras partes del mismo acto.


Fandango

Como baile es un estilo muy antiguo, de carácter popular, que ha ido adquiriendo con el tiempo características propias del flamenco. Se trata esencialmente de un baile de pareja con giros propios de los bailes de galanteo. Sin embargo, no es muy conocido fuera de la provincia de Huelva.
El compás es de tres tiempos. El fandango es un ejemplo básico de compás ternario:



Algunos fandangos no son bailables.

En el conservatorio estamos bailando el fandango de huelva.

lunes, 13 de abril de 2009

Danza contemporánea

Qué es la Danza Contemporánea?


Danza contemporanea

Para su ejecución y entrenamiento no hay límites, es importante tener en cuenta esto por que trabajar desde la misma implica tener la libertad para comunicar lo que sea, desde el espacio que sea, con la música que uno elija.

La música, en la danza contemporanea, no esta predeterminada ya que podemos utilizar desde música clásica, electrónica, salsa, etc.


Lo importante es que la música pueda transmitir el mensaje junto con lo que se baila.Lo contrario pasa con la danza clásica que estamos habituados a ver espectáculos con grandes orquestas filarmónicas, y grandes músicos; u opera.

Como técnica que se desempeña desde hace muchos años podemos ver día a día los logros y las etapas que ha recorrido la misma.

A mi no me están enseñando danza contemporánea pero me gustaría poder aprenderla.

domingo, 12 de abril de 2009

Danza del vientre



Este baile me encanta así que ¡a mover la cintura!

sábado, 11 de abril de 2009

Coppelia

Coppélia es una de las más famosas obras del repertorio tradicional de ballet. 

Se estrenó el 25 de mayo de 1870 en la Ópera de ParísEn el se recrean las bases del teatro ballet y se conjugan la danza clásica, danza de carácter y la pantomima.

La propia acción se desarrolla en un pueblo fronterizo donde hay influencias de varias etnias y de su folklore: húngaros, polacos, ucranianos y gitanos, lo que nos obliga a crear un espectáculo vivo, festivo, lleno de color, y alegre. Estrenada en París con la coreografía de A.Saint-Leon quien era director de las compañías de ballet de la Opera de París y de San Petersburgo. Saint-Leon murió poco después de su estreno. Un año mas tarde fue estrenada en San Petersburgo. Marius Petipa hace su versión del original de Saint-Leon, para diez años mas adelante hacer su propia versión de este clásico. Música de Léo Delibes y libreto de Charles Nuitter sobre un cuento de E.T.A Hoffmann. Ballet en tres actos.

Sevillanas

Se caracteriza por su gracia, su viveza, su ágil dinamismo y su flexibilidad, aunque en los últimos años han ido volviéndose más lentas. Es un baile de pareja formada por hombre y mujer o dos mujeres. A nivel popular se ejecutan en series de cuatro coplas, cada una coreográficamente distinta, con un breve intervalo entre una y otra. Antiguamente, eran siete coplas, pues se añadían tres sevillanas boleras que, en la actualidad, sólo interpretan los profesionales por tener bastante más dificultad en el baile. 
Los movimientos más significativos son paseíllos, pasadas, careos y remate. Sobre el último compás el cante, la música y el baile cesan juntos y los intérpretes terminan en un desplante garboso y provocativo, propio del baile de galanteo.
Tiene un compás de 3 x 4, es decir, de tres tiempos. De estos tiempos, el primero es fuerte y los dos siguientes son flojos.

A mí me están enseñando las sevillanas.

Danza clásica

Qué contribuye en el mundo de la danza clásica a que El lago de los cisnes sea el ballet más apreciado de todos los tiempos? Por más que su hechizante historia recorre toda la gama de emociones humanas, el consenso popular se inclina a señalar la música de Piotr I. Tchaikovsky, “el más admirado compositor de música de ballet en la tradición clásica que jamás haya existido”, como la mayor responsable, por estar repleta de ricas melodías muy apropiadas para danzar, y sumamente bellas y agradables de escuchar. Por otra parte, comenzando por las notas del tema melancólico y misterioso del oboe, que anuncia la presencia de la princesa-cisne junto al lago, los ritmos, ya sean rápidos o lentos, han inspirado (y aún inspiran) coreografías líricas, fluidas, y hasta un tanto dramáticas –si se quiere–que ofrecen gran oportunidad de lucimiento a los intérpretes.

Cuando el English National Ballet presente en el Teatro Real de Madrid El lago de los cisnes, el público asistente podrá constatar la riqueza de la producción y, al mismo tiempo, apreciar de primera mano el magnífico elenco que aparece en la escena. El historial de la compañía, fundada en 1950 por Dame Alicia Markova y Anton Dolin (usando el nombre original de London Festival Ballet), y hoy bajo la dirección artística de Wayne Eagling ha probado infinidad de veces su alta capacidad para interpretar con gran maestría los clásicos más respetados.



Diana Vishneva as Odette - Photos of Diana Vishneva the Kirov-Mariinsky Ballet.

La primera presentación de El lago de los cisnes (Lebedinoe ozero), en cuatro actos, tuvo lugar en el Teatro Bolshoi de Moscú, el 4 de marzo de 1877. El guión es acreditado a Vladimir Begichev y a Vassily Geltzer; los diseños fueron originales de Karl Valz, Ivan Shanguine y Karl Groppius, y la coreografía tuvo como autor a Wenzel (Julius) Reisinger, de quien muy poco se sabe, a excepción de que era natural de Austria, pasó un tiempo en Praga enseñando ballet y fue maestro en la Escuela del Bolshoi entre los años 1873 y 1878. El personaje de Odette recayó en esa ocasión sobre Pelagia Karpakova, bailarina que no tenía categoría de principal, pero se cree que por motivos políticos consiguió ser exaltada a un rango más elevado. Sigfrido fue personificado por Stanislav Gillert.

Tchaikovsky nunca antes había escrito música para ballet, a pesar de tener en su haber infinidad de maravillosas composiciones (que incluyen tres ballets, seis sinfonías, diez óperas, tres conciertos de piano y uno de violín, música incidental para distintas obras teatrales y un número considerable de canciones y piezas para piano). Según escribiera a su amigo Nikolai Rimsky-Korsakov, Tchaikovsky aceptó el proyecto de componer la música del ballet, porque “necesitaba dinero, y hacía tiempo que deseaba tratar de componer música de ese tipo”. La partitura, que no estuvo completa hasta después de comenzados los ensayos (que durarían once meses), deleitó en principio a todos los que la escucharon, pero el entusiasmo no fue de larga duración. El estreno resultó un fracaso, según varias opiniones, incluyendo las de los críticos. No obstante, la obra subió a escena cuarenta y una veces, y años más tarde, en 1880 y 1882, el coreógrafo belga Joseph Peter Hansen idearía sendas nuevas producciones. El compositor, por su parte, debido al poco interés que su composición despertara, volvió la espalda a la danza y no escribiría más música para ballet hasta 1890, cuando La bella durmiente del bosque subió a la escena del Teatro Mariinsky, en San Petersburgo, con coreografía del francés Marius Petipa, que llevaba muchos años como director y coreógrafo principal del Ballet Imperial Ruso. Dos años más tarde, en 1892, Tchaikovsky compuso su último ballet, Cascanueces, de cuya coreografía, por enfermedad de Petipa, fue responsable su ayudante, Lev Ivanov. Los éxitos apoteósicos de ambas obras fueron instantáneos, ocupando un lugar importante en la historia de la danza clásica desde entonces.

En 1888 el segundo acto de El lago de los cisnes, hoy conocido como el “acto blanco”, sería producido nuevamente en Praga, por Augustin Berger; pero después de los triunfos de La bella durmiente y Cascanueces, los directores del Mariinsky tomaron interés en escenificar de nuevo la escena nocturna del lago, encargando a Petipa que realizara el trabajo. Sin embargo, el maestro francés, que no sentía afinidad por la música sinfónica y tan “nacionalmente rusa” de Tchaikovsky, puso la tarea en manos de su ayudante, Ivanov, quien se entregó a la labor con gran esmero, pese a que, durante el proceso, Tchaikovsky falleció repentinamente (el certificado oficial cita como causa el cólera) el 6 de noviembre de 1893. En una función de gala organizada para honrar la memoria del compositor, la cual tuvo lugar el 1 de marzo de 1894, fue presentado por primera vez el acto de los cisnes junto al lago, con la nueva coreografía que ya Ivanov había terminado. La bailarina italiana Pierina Legnani (1863-1923) aparecería como Odette, junto a Pavel Gerdt (1844-1917) como Sigfrido.

Motivado por el éxito de la gala, y cediendo a presiones ejercidas por la dirección del Teatro Imperial, Petipa mostró interés en presentar una nueva producción de largo metraje sobre la leyenda de la princesa-cisne, que constaría de tres actos: el Acto I, coreografiado en su totalidad por Petipa, estaría dividido en dos cuadros, el primero transcurre en el jardín del palacio, en el que aparecería un importante Pas de trois; el segundo cuadro tiene lugar en las orillas del lago, y mantendría la aplaudida coreografía de Ivanov. El Acto II, al cuidado de Petipa, sucede durante la recepción en palacio, que incluiría varias danzas folklóricas; en él las princesas pretendientes bailarían con Sigfrido, aunque la presencia de Odile y su engaño a éste culminarían la acción. Por último, el Acto III, bajo la responsabilidad de Ivanov, transcurre nuevamente junto al lago.

Para el nuevo libreto, Petipa requirió la ayuda de Modest, hermano de Tchaikovsky, quien revisó las notas originales de 1877, a las que añadiría sus propias ideas. Riccardo Drigo, hábil director y arreglista de la época, estuvo a cargo de la nueva orquestación, a la que añadiría otras piezas del propio compositor. La escenografía y el vestuario fueron encomendados a Mikhail Bocharov y Heinrich Levogt.

El estreno tuvo lugar en el Mariinsky, el 27 de enero de 1895, casi dos años después de la muerte de Tchaikovsky, y de la primera presentación del “acto blanco” en el que Ivanov hiciera historia como coreógrafo. Pese a las enormes contribuciones que el humilde maestro ruso prestara a la danza desde su posición subalterna, su nombre no sería mencionado en Rusia en ninguna presentación de este ballet hasta después de la Revolución Rusa de 1918.

El doble personaje de Odette/Odile estuvo a cargo de Legnani, quien ya había personificado a Odette en la gala en memoria de Tchaikovsky. Sin embargo, como Odile, la portentosa italiana, además de su lirismo exquisito, tuvo oportunidad de demostrar su brillantez técnica e intenso dramatismo, al implantar en el Pas de deux de “El Cisne Negro” el uso de los dinámicos treinta y dos fouettés (giros sobre una pierna,  mpulsándose con la otra), que hicieron historia, y que, hasta el presente, son el patrón usado por el público para medir el virtuosismo de la bailarina. El príncipe Sigfrido de esa ocasión, Pavel Gerdt, había sido parte del reparto original de La bella durmiente y Cascanueces; no obstante, Gerdt ya estaba al final de su carrera, y su actuación esta vez se limitó a ser la de un elegante porteur. El ballet fue presentado dieciséis veces en la temporada de su estreno; después estuvo ausente de la cartelera por un año, y en los años que siguieron sólo subió a escena dos veces más. Por largo tiempo, nadie en Rusia pareció extrañar su ausencia.

El propio Tchaikovsky revisó la partitura en varias ocasiones, añadiendo fragmentos de música de algunas otras de sus obras, en especial el Adagio principal de la ópera Ondine, que él mismo había descartado años atrás. A principios del siglo XX este Adagio sería añadido a la famosa escena del lago de Ivanov, donde quedaría convertido hasta nuestros días en el conocido y admirado Pas de deux central de ese acto.

domingo, 5 de abril de 2009

Este es mi blog

Hola este es mi blog.Me encantan todo tipo de bailes,lo apoyo y por eso digo "Arriba el baile".